jueves, 18 de septiembre de 2014

Pensión Arbidel

Los pocos (y locos) que seguís este blog (os quiero a todos jajaja) sabéis que solo hablo de hoteles, pero también que a veces, hago una excepción. Solo cuando verdaderamente lo merece. Y es el caso.

La Pensión Arbidel está en Ribadesella, un pueblín sin mucho que ver, pero que da para un buen fin de semana.

Es un alojamiento modesto, chiquitín, nada pretencioso, sin apenas servicios, pero que está hecho con un encanto espectacular. Aprovechando el rinconcillo de una de las calles peatonales de la ciudad han creado un espacio en el que las habitaciones se van repartiendo alrededor de las escaleras y de un conjunto de pequeños patios o zonas de reposo (con sus mesitas de madera, su césped…) decorados con mucho gusto.


Las habitaciones no son nada del otro mundo: tirando a pequeñas, equipadas con lo más imprescindible… pero siempre, todo muy cuidado, lo que hace sentirse en un lugar muy cálido y acogedor.


No todo son flores: es una pena que ninguna habitación tenga vistas dignas de mención y sobre todo, es bastante molesto el ruido que origina el trasiego constante de huéspedes.


Una última nota: anejo a la pensión hay un restaurante algo caro, pero con una oferta muy interesante y por encima de todo, decorado con mucho encanto. Merece la pena una cena con velas.