sábado, 23 de noviembre de 2013

AC Hotel San Antonio

León es una sorpresa. La idea con la que uno llega a es de la una ciudad castellana y pequeña que probablemente se encuentre más cerca del pasado que del futuro, y lo que encuentras es una ciudad que ha sabido conservar y dar lustre a su historia, un lugar hermoso que ha encarado el futuro con decisión y que tiene una oferta amplia, diversa y de calidad.

Por eso, por contraste con la ciudad, quizá llama más la atención el tono algo decadente y desatendido del Hotel AC San Antonio que se deja ver en diversos detalles: como toda la cadena, ha dejado de prestar servicios gratuitos muy agradecidos (por ejemplo, el café del hall o el agua del gimnasio), los mandos de las teles no tienen pilas o no funcionan, las alfrombrillas de los baños necesitan un relevo...


En este caso además, hay que decir que resulta un poco molesta la elevada frecuencia con la que hay que estar llamando y esperando al personal de recepción para ser atendido.

Aun así, es un hotel que tiene aspectos que le hacen recomendable, por ejemplo, está bien situado tanto para acceder al centro de la ciudad, como para enlazar con las principales salidas. Por otro lado, tiene una elegante, amplia y confortable zona de encuentro que sirve para trabajar o descansar sin ser molestado situada en la planta inferior del hotel (aunque se echa de menos que la cafetería esté operativa. Seguro que se trata de una víctima más de la crisis...)



Ofrece un gimnasio (y baño turco, y sauna) bien equipado aunque un poco pequeño. También ofrece un desayuno correcto (a destacar la amabilidad del personal que atiende este servicio) en un salón amplio, luminoso y tranquilo.

Y como siempre en los AC, dispone de unas habitaciones sin florituras, pero muy adecuadas para los que no pasamos muchas horas en el hotel.

Una interesante opción para visitar una ciudad deslumbrante.